1) UN POSTERGADO DE TOMO Y LOMO
Cuida vehículos sin que nadie se lo pida,
de este oficio inventado a última hora caería algún centésimo.
La catadura de vestiglo del automovilista no lo estimula,
aguantará que cien gandolas le pasen por encima.
Es un progenitor soltero joven al que titularon de cucaracha,
la barbilla y las vicisitudes ya lo han marcado.
Nació en una calle que el subsecretario no ubica.
Su aspecto colmado de desesperanza
es la gráfica de otra generación excluida.
Su primogénito cree que es el mejor padre de todos.
El mentón serán canas, en la deriva.
La edificación política es un callizo sin salida, un choteo,
y el harapiento es un componente puntual del diario panorama.
Le construye pirámides al monarca, sumiso.
2) EL ESTALLIDO QUE VIENE DEL ALMA
El residir en una pocilga
te concede el embarnizado derecho a sublevarte,
a derribar los pilares que afirman la ignominia.
La degradación no es el destino del ser,
la sonrisa obesa del aristócrata es la señal de la guerra:
sus valores morales son un bunker sacramentado.
La genuina redención perfora las miserias, el artesón.
La magia y la dicha del rey residen en su corona
y recién en el ataúd deberíamos colgar los guantes roídos.
Hay que ilustrar la sana fe en Cristo, la razón y el recorrido.
La toma de la Bastilla fue un avance formal, un zambombazo,
que germinó desde las porquerizas.
3) ABREN LA PORTEZUELA DESPUÉS DE LA AGRESIÓN
El anarquista calcinó un ómnibus en el centro
y el ministro se puso parlanchín y mimbreante.
Una jornada pacífica le causa hilaridad.
A la primera detonación abrieron su corazón cabalmente.
Con la violencia callejera Hacienda se puso dadivosa.
¿Sin un cuchillo de carnicero en el cogote nada lograrás?
Sin temblores no hay verbosos.
4) ESTAFAR A LOS ESTUDIANTES ES UN INGRESO MÁS
El Estado le traspasa el dinero al banco privado,
éste le presta el dinero al estudiante a una tasa de interés
que remece a cualquiera que no sea un patibulario a tiempo completo.
El aporte económico solidario en el timo es de cero.
Se aprovecha de las jugosas facilidades que da el Estado
y esquilma al cliente con malignidad.
El estudiante con sus grilletes camina escuálido,
por una alameda que lo lleva al despeñadero.
No se ha titulado y ya es un difunto.
El mercantilismo y el pizarrón se toman de la mano.
El Estado respeta los códigos de la cosa nostra.
No hubo interés en la tasa y el banco estatal fue anestesiado.
¿Qué malvado Presidente firmó el decreto?
En todo país civilizado que se precie de tal,
la banca es el excelso patrón.
La derecha económica es la dueña del alma nacional
y de todo aquello que es visible también.
El hombre del maletín posee un bungalow en el hemiciclo,
con jacuzzi, con señoritas retozonas sin vestuario y con refrigerios.
La locuaz clase política enmudeció.
El legislativo que ve un billete grande verde canta lisonjas.
El banquero supervisa con diligencia y una lezna las decisiones del Ejecutivo.
5) EL ORIGEN DEL ESCLAVO ES IRRELEVANTE
Importaba paraguayos u otros por toneladas,
dentro de su acalambrado container patrio.
Labraban por comida y por una vana esperanza.
Él, dignificaba la esclavitud con visas y misas.
Pocos comprenden los esfuerzos de este empleador visionario.
Cada galeote escucha el discurso de bienvenida,
las mentiras no las lanzaba todas juntas.
Pagar salarios de hambre es parte de su inconfundible estilo.
Extranjería lo subsidia con mano de obra barata sin tartamudear.
Como lo exige la tradición de los explotadores,
este aristócrata posee el perfil del buen senador.
El rebenque siempre fue sinónimo de desarrollo y pía prosperidad.
Cualquier furibundo con un dedo de frente lo notará.
6) VAGABUNDOS CON BIRRETES
Egresé moduloso del liceo.
Las calles y los pastoforios me aguardan
con sus portezuelas y claraboyas despejadas.
El que ve mi rostro se desconcierta.
Un trabajo avariento sin contrato
forjará mi primera gran oportunidad.
Otros cicateros no requerirán de mis servicios.
Los liceanos me ven y se largan a lagrimear.
Me arrimo a los cincuenta otoños
y la enseñanza media me genera nostalgias.
Éramos el grano del futuro, del porvenir de otros.
Una buena economía necesita también de mano de obra casi gratis.
Ese soy yo, o un inmigrante.
7) LA POSADA MODESTA
El periódico es su frazada,
el cemento su colchón.
El viento es el velador,
el grifo entreoye su plegaria pancista.
El déficit fiscal no lo engarbulla,
se acuesta desinformado y agreste.
El céfiro no cambia su pátina:
no le estira la mano a los renegados.
8) SOY LA NADA MISMA
Mi currículo es un rezagado, un náufrago ilustre.
Se tambalea por los trapecios del mercado.
Es un herrero golpeando puertas y lunetas,
se arrastra como culebra cuando es pertinente.
Es que le falta caldo, fibras y legumbres.
Cuando el gerente lo lee ni se inmuta.
Soy un vástago más del descalabro generalizado.
Mi hoja de vida es un moco cauto en una butaca declinada.
9) EL PERIPLO DEL PEÓN
Se sube al microbús desde un resorte.
Aún está oscuro y no lo nota.
En el trayecto no habla, no siente nada.
El prójimo es un usuario más.
Excesivas horas sobre cuatro ruedas,
demasiado tiempo agonizante.
El regreso a casa generaría alguna esperanza inocua.
El carruaje es la necrópolis que nos pasea.
Por las ventanas se ve el desaire totalizante.
Los paraderos y las veredas siguen en el mismo sitio.
Cuando no me quedo abajo nadie se apesadumbra.
Un letrero publicitario cambió de color.
10) YA NOS CONOCEMOS LAS CARAS
Si usted es un don nadie
es mi compinche, un coligado,
un camarada en la legendaria contienda,
un apatanado más en el itinerario.
Si usted es un don nadie estable,
es un hombre consonante,
un capigorrista identificado con la sirria,
un zorro más en la cazata inglesa.
11) ZOMBIE
Soy un cadáver en un pantano que no descifro,
en un cementerio que no es el mío
y que me cubre con su capa atándome al tobillo.
Resucito a ratos, cuando los días son muy calurosos.
Vivo sin mí, en mí.
12) DESCANSEN Y SUSPIREN
Me fui y berrearon seis segundos.
Me enterraron a velocidad crucero.
No les fue posible eludir la oración,
nadie contó chistes en público, creo.
Mi funeral se sujetó al conducto regular
con unas descalificadas manecillas que no avanzaban.
La silla en donde me sentaba se fue a la chimenea.
13) TROGLODITA URBANO
Esta ciudad me traga sin masticar.
Los zumbidos del hormigón me aturden y desvanezco.
Nadie ama a nadie, nadie cree en nadie,
dentro del gigante merodeo y perezco.
Vivimos todos apretaditos en sintagmas
y sin smog es verosímil ventearse y chancear.
Es facilísimo ser un habitante anónimo.
Todo seguirá igual cuando sucumba,
cuando mis frutos reposen en la gehena.
14) CON EL MENOR PROVECHO
En la correccional se enrolan los maleantes en ciernes.
El violado es un consorte y un cellenco.
La primera reclusión es la fetidez didáctica
y a don Bartolo, el Secretario, le leen la mano.
Las rejas son el horizonte imperioso,
adheridas al itinerario psicagógico.
El interventor no baja la panza ni eleva la mirada.
En la judicatura se embarrancó la pubescencia.
Los custodios son sobornados por un vaticinador
que sombreaba el sendero, sesteando.
15) MÁS DEBILITADOS QUE ALIMENTAR
Después de nueve meses vi el astro
sin la marraqueta debajo del brazo.
Fui un descuido matemático de mis padres correctamente casados
en esa parroquia que anatematizó los anticonceptivos.
En la mesa y junto a la fotografía de Juan Pablo II
faltan la mantequilla y la palta.
Ordenan la multiplicación de los bebés
y a esta penuria autoimpuesta no la excomulgarán,
invitándonos a ser testigos quemantes de la privación crónica,
desde la fe pulcra.
16) LA QUE NOS ACOMPAÑA
Parir, ver telenovelas, fumar,
comentar en detalle el quehacer del vecindario
y quejarse con espontaneidad del gobierno
son los motores de su peregrinaje.
Esta esforzada mujer es un contrafuerte más
de la familia, de la iglesia y del terruño.
17) LAS MÁXIMAS DE LA CARPA SERVIOLA
Es benigno explotar a los trabajadores,
es maligno que el trabajador se rebele.
Es benigno exterminar a los delincuentes,
es maligno exterminar la raíz de la criminalidad.
Es benigna la democracia teledirigida,
es maligna la voluntad popular a secas.
Es benigna la libertad de expresión,
es maligno que todas las corrupciones se publiquen.
Es benigno que el pueblo guarde los anuncios de Jesús,
es maligno que la ley moral guíe la macroeconomía.
18) ABURRIDO DE ESPERAR
El país posee una buena economía
que aún no asoma su cara en mi cuadra.
La tasa de crecimiento es notable
y aquí no entendemos lo que eso significa
por más que ojeemos el artículo financiero.
Es como si no pasara nada.
19) IBA DE INCÓGNITO
Sucumbió atropellado en la calle y no hay pistas sobre su identidad.
Era un espectro sin un apodo.
Detrás de la melena mal atendida un ser flotaba.
Su mal aspecto fue una oda a esa lánguida misericordia
que no convence a nadie,
a ese evangelio social que es una vaca sin carne ni grasa.
El efecto de rebalse no lo alcanzó
y el automóvil huyó sin inconvenientes mayores.
20) LA SEMENTERA ES NUESTRA
La sociedad no lo educó y lo despreció.
Un niño que transitaba entre el abandono y el apetito.
Como bandido descargó su frustración y furor.
El analfabetismo se lo donó el Estado.
El pueblo espera que en la cárcel sufra.
El padecimiento del reo genera cierto gozo en el contribuyente.
Confinaré lo que me fastidia, esconderé lo irreversible.
La idiotización nos equipara,
la publicidad no detiene sus malévolos fines.
La vida misma poseerá un uniforme codificado.
En la capilla el sufrimiento es purificación,
en el sistema monetario no lo es.
La mano invisible tiene rostro y nombre.
Resistir es un mandamiento.
La hegemonía es el mal y el lacayo lo sabe.
21) LA NATURALEZA ABOLLADA ES UNA APORTACIÓN
Sí, el hombre está desamparado y botado en el basural
como un quiltro con lepra, desde que lo deportaron.
Las consecuencias de la decadencia nos afligen,
el nuevo hombre es el desgraciado de siempre
y los filósofos secularizados dan palos de ciego,
plastificando fragmentos meapilas y alacenas engoladas.
22) ILOTA CON UN PRESAGIO
Perdí mi individualidad, mis distintivos.
Soy uno más del mar humano.
Ando una senda enguijarrada por otros.
Soy una copia mediocre.
Estoy y no soy.
El fuego interno no se enciende.
23) UN POQUITO DE PASIONCILLA
Disfrutar el éxito del otro,
cantar el triunfo del vecino,
aplaudir la victoria de los colegas,
regocijarme con la prosperidad de los otros,
a veces es demasiado.
Ver caer al otro,
enterarme del traspié del vecino,
conocer en detalle el error del colega,
interiorizarme de los taladrados a otros,
es más digerible.
24) EN EL BAR NO HAY ESCALAFONES
Con una botella de ron se distanciaría la pena,
con el despertar la angustia crece un poco más.
Bebido confiesa hasta la última puñalada,
sobrio vuelve a ser un hipogeo recatado.
Es duro encarar el fin de semana abstinente,
la lucidez es una carga que ya no tolera.
Aterrizará animoso en la barra del bar,
escuchará los sermones lacónicos del etilismo.
25) ADHERIDO A MI TERRUÑO CON ENGRUDO
Para qué irse de esta ciudad si aquí vegetan todos los que me aborrecen,
todo lo que detesto, todo lo que no logré?
Inicuo sería comenzar la pesquisa de hostiles y malogros en otra comuna
si este lugar me lo ha obsequiado todo.
Mis pedagogos fueron el alerce de la plaza costrosa,
la venta de vino suelto, los muchachos tatuados.
En este andurrial traspapelé las expectativas,
deseché la epístola como otros tantos miles de majaderos.
La bronca fue plenaria y la escuela me veía con un mameluco,
una picota y con una lengua inelegante.
El envilecimiento adora a las periferias
y mis antecedentes son un vinagre provecto.
El himno del colegio ya no lo canto con la mano en el pericardio.
26) LOS ATAVÍOS DE LA HORMIGA
Me decepciono de mí tan seguido
que ya no me contrarío, no salgo huyendo.
Fui tan despreciable en esa víspera,
que al principio me impacienté, cínicamente.
Actualmente estoy estancado en el lodazar y todo es isófono.
Bien fortificado y aperado sorteo los repullos
del irritante enemigo, sin barquinazos.
La fatiga de la existencia, el sofoco de los bienios,
el embotellamiento en todos los ítems
y el ser uno más de la periferia, ayuda mucho.
27) DEBAJO DEL ZÓCALO
Nadie me ha notificado que soy un desgranado, un piojoso.
Brinco jubiloso porque no estoy al tanto
de que vivir con aprietos y miedo es anormal.
Me lo comunicaré yo mismo, me instruiré yo mismo, me espabilaré.
La servidumbre de las mayorías
y la gloria de unos pocos es teratológico.
Mi inquebrantable ayer es un ludibrio.
28) MOVERME O NO YA NO IMPORTA
El fracaso me pone frente al espejo
con un brindis y la misma cantinela pesada, que moltura.
Me ve parado donde me quería.
Me auguró con gritos que era un súbdito
del reino de la insignificancia,
que mirar el cielo es una falacia.
29) CON LAS ALETAS LIGADAS
Soy un chehua sarnoso porque así me tratan.
No poseo una cola ni cuatro pies y soy de precario pelaje.
Cumplo con la silueta, militaré en la escoria.
Mis calificaciones son sobresalientes,
mi poquedad es descollante.
El subsecretario me ve pasar y mira su celular.
30) NADIE MÁS ENTRA A LA CANCHA
El progreso practica maratón con ojeras
alrededor de los contornos postergados sin sentarse
en el sofá de mimbre de los descamisados,
a compartir un té de octava selección.
Son esos torniquetes los que intentan formar arregladamente
la furia que se atesoró con el correr de los agobios.
Son un cerco vil aquellas pupilas postradas
que ven el hedonismo descastado y el esplendor
por el agujero de la llave de una puerta
clausurada por dentro, por las bulas mercantilistas
y los desaires de un armazón plutocrático duro de carcomer.
31) VAS Y VIENES
Esta hostil ciudad no es mía
y nos agredimos mutuamente.
A veces la bastoneo yo, a veces ella.
La protesta merodeadora estítica
es el as del desplazado,
la banderola de los huevos podridos.
32) CON EL ADN GRABADO
Esto de germinar y expirar siendo un atorrante de piel maciza
es todo un chiste costumbrista.
¿Sufriré con la consternación que viene bordada?
Lo preeminente es ahorrarse las lágrimas, las ilusiones,
y hacer carne molida con los nirvanas, con las probabilidades.
¿Por qué variaría conmigo el estigma de mis ancestros,
el afán de los lobos acorazados?
De tanto esperar el éxito me dormí,
salpicado de desconsuelos acentuados.
33) LA ESQUINA ES UN CLUB
Que distinguido te ves paseando
por las vías más concurridas de la villa.
No faltas ningún día, los residentes deletrean bien tu sobrenombre,
el humo de tu cigarro es el balance de tu productividad.
Jamás usas corbata y las bebidas fermentadas te siguen
a todos lados, con una tozudez de manual.
34) EL GHETO DE LOS ANGELITOS
Duerme apegado al suelo patrio
debajo de la rudimentaria noche.
Nadie arma un boche, nadie se baja del coche.
Cada uno se parapeta en su atrio.
No hay caso, él no se familiariza con el frío.
El plato lo embadurna con lo que puede.
Al cabecearse, el Estado posterga y no cede.
El porvenir de estos chavales es un vasto lío.
El arrapiezo le hace la guardia al señor Presidente
y a todos los judas que nos juramos cristianos.
Ser aquiescente con esta barbarie es infrahumano.
La criatura se repudre, el brete sigue pendiente.
35) MI SENTIDO DE LA PROPIEDAD PRIVADA
La casa era mía, la recesión no.
El profundo aprecio a mi techo no conmovió al financiero.
Con la pignoración aboné a un caro cáncer y humillándome,
a una fracción de todo lo demás.
Me atraparon entre la hipoteca y la zarza,
entre ser un reo o beber cloro con azúcar purgada.
La puerta me mira con los brazos entrecruzados
y mi gozque no le mueve la cola al mohatrero.
Me embargaron el pasado,
soy un gallofero con piel de ser humano.
Es asombroso como nos cambia la bancarrota.
36) AMARTELADOS
Ramón y Celia gatearon en el barrio.
Asistían y se grababan en la escuela del barrio.
Él fumaba de todo en el semáforo del barrio.
Ella coqueteaba a gusto, por las pasarelas del barrio.
Ella balanceaba su hipnótica minifalda, en el barrio.
Ellos se besaron bajo una luna menguante, del barrio.
Ellos se manoseaban horas y horas, en el barrio.
Él brindaba seguido, con los bacanes del barrio.
Ella quedó embarazada en su casa, del barrio.
Muchos fueron al bautizo del nuevo bebé del barrio.
Los biznietos de Celia se aviejaron, en el barrio.
37) RELEGADOS PREMEDITADAMENTE
El treitón está cesante por falta de preparación.
Y si no se ilustró adecuadamente
es porque no hay cupos para las multitudes ansiosas.
Los situados que campeonean en las trifulcas
de la oferta y la demanda, son apostados a dedo
por el concesionario vitalicio de la varita mágica,
del lauro, de los paralogismos y los monomios.
La escuela pública apuesta por una podredumbre equitativa
y en los recitales del competitivo mercado
los imprevistos son con entrada numerada
y los melones están todos calados.
38) ENCOLERIZADO HASTA LA CORONILLA
Pulga naciste y así te desalojarán, la genética es certera.
Con una demanda de fuste y una jubilación de dalit,
la naturaleza es indubitable.
Se plegable y gánate las nubes de algodón,
ocupando con santidad ese indigno lugar
con que el Señor te favoreció,
y no encocores a la punta del poliedro
con tu hidrofobia laqueada.
39) LA COCHIQUERA
Esclavos, vasallos o trabajadores.
Mudaron el nombre mas no el fondo.
El asalariado pertenece a una clase de serviles
que sólo posee derechos figurados.
El bolsista es el mismo, el pazguato también.
El amo te enseña como se instituye una sociedad sana
y el peón se persigna con titubeos lacios
y sin peso alguno.
40) CONTRAYENDO LA CESANTÍA
Si no existieran los negros en EE.UU,
no habría tantas cárceles, condenas pesadas injustas.
La prisión es una fracción de la roñosería cruel.
El recluso es un tiranizado fructuoso.
La celda es un engranaje de las corporaciones.
La rehabilitación no es una labor del Estado.
41) SON DE POCA UTILIDAD
El discurso político es una bofetada,
una estocada a la candidez, un diablo sonriente,
una traición a los principios teóricos, un denuesto,
una excusa para organizar el próximo atraco.
42) LA GUARDIA CIVIL DEL COGOTE DE LA GALLINA
Al caco de los gallináceos se le recluía con un rigor torvo,
mas el expoliador del trabajador
era un forjador concienzudo de la nación, un epónimo.
Los honorables legisladores son gallineros y despojadores gárrulos,
con una sorna sempiterna impasible que rozna
desde esa carroza desdentada
que avanza sola.
43) MI ESCALERA ES EL MISMO PELDAÑO
Estoy tan absorto con mi trabajo que no sé si soy un sombrío,
un maniobrado, un alma en pena.
Las fuerzas de mi existencia son de la compañía
y el ser competente es no ser despedido, tal vez,
a no ser que el predominio del mercado
pulverice mi fuente laboral de un tris
evaporándose mi esencia dentro de esta ciudad.
Envejecer también son puntos en contra.
Obreros fecundos yacen en su vertedero
y las vastas horas extraordinarias impagas
son unas de las valías del neoliberalismo real.
Tan subyugado estoy, que me da miedo refunfuñar.
44) OTRA VEZ DE RODILLAS
Con los bolsillos vacíos mi as bajo la manga es una rogativa,
que es el único recurso que me queda.
Es lunes y estoy de pie con mi carpeta
al lado del caballo de la plaza de armas,
con un finiquito impreso en letra arial doce
y un cheque que se deshinchará al primer ventarrón.
Por mis canas nadie se muere por contratarme
y me enrolan en el arrecife de los desperdicios.
El primer mandatario me obliga a no perder la fe,
a alimentarme de mis súplicas con osteoporosis,
a soñar con un milenio más venturoso y ver más ficción.
45) EL ÚLTIMO EN ESA FILA DESESTIMADA
Singando a la marginalidad, reculo.
La mirada atenta de todos y el padrenuestro
me dan el envión y la corriente me es favorable,
mas yo recejo, me acobardo, como el Estado.
Los destronados están al otro lado de la línea del tren,
del vallado mental y ni los candidatos se asoman.
La marginación abastece de ilotas a los opulentos,
por eso la preservan con pedicuros, masajistas, saetas y saunas.
Un estadista amedrentado es árido, un pasapelotas.
46) ALLÁ O ACÁ DA IGUAL
Era un campesino a tiempo completo,
mano de obra barata agrícola,
un siervo que comía siempre.
Marchó con fe a la ciudad.
Soy un proletario urbano,
un vasallo de las veleidades del mercado,
un hijo de reptil sin patria.
Marcho sin fe a cualquier lugar.
47) EL DESPERDICIO ES MI SUSTENTO
Se para en la esquina desalineado.
El sombrero no se despega de su mano
y su mueca encantadora persuade a algunos,
con una patilla protuberante y pantalones gastados.
Las zapatillas fueron un obsequio del tarro de la basura.
48) CON LAS CUENTAS DESAJUSTADAS
El reajuste se puso una máscara,
lo he patrullado los dos semestres.
Trae la complexión de un endriago, la misma de los años pasados.
Mi savia laboral resplandece hasta por las orillas
y el jefe quedó complicado con los réditos
y nos exhorta a ajustarnos los pantalones,
con gimoteos, desde su palacete embutido con tiñas.
En algún sol el rendimiento será el adecuado,
mis penosas catorce anualidades no sirven de nada.
Los gerentes no recogen un euro del suelo,
chequear la inflación es extemporáneo, un gargajo.
Por ser proletario, el chucho me relega abiertamente
y por ser un operario industrioso y laureado,
el reajuste supone que soy una malaria recauchada
y la economía que soy un mal ineluctable.
49) DENTRO DE LA DONCELLA DE HIERRO
Los intereses leoninos son un estro.
Le he embargado la casa a tantos usuarios
que hoy soy una deidad en este ámbito.
Cuando alguien me paga diez veces la deuda primitiva
por la mora o por las letras pequeñas del complejo contrato,
el hampa me reverencia.
Soy un tótem, un señorón.
En apedrearlos y en despanzurrarlos
dentro de la ordenanza que el congreso ratificó con challas,
reside la marrullería alabanciosa.
La usura es un don.
50) LA GLORIA DEL PODENCO
El bien alimentado canino de la reina
sale a pasear con esplendor.
Va a la peluquería, al callista, al sastre.
Tiene una atención emocional personalizada.
Aúlla cuando quiere expresar su inclinación.
Transita con altivez, desparramando estiércol.
Los semblantes agrios se paran detrás de los robles.
51) OBSERVAR CON LOS OJOS TAPADOS
Leo el periódico e inicio el periplo.
Soy un overol del latifundio,
un perno del ensamblaje.
Los leedores opinan y discrepan
sin rasguñar la camisa de fuerza.
El que no salta del asiento por los atropellos
se llena de paz.
52) EL BÚNKER SE PERSIGNA
Las piedras privilegiadas conforman el muro del soberano,
los espacios las ventanas de luz.
El rastrillo se enorgullece de su zona.
El matacán le da mayor realce.
El príncipe se preocupa de la comida de los caballos.
Si haces una reverencia tal vez te salude.
La dama que se sube a un carricoche real flota.
Los vasallos también son un aporte.
53) LA REDONDELA DE LA DESTITUCIÓN
Nació obrero por una herencia ineludible
y los pañales ya le vaticinaban su destino.
Nunca huroneó sobre la palabra alternativa,
sin logogrifos se redactó su mentado camino.
Por resolución exenta se le desautorizó ver
ese astro rey que ilumina mejores días.
Restringieron los sueños con campos minados,
coartaron con reciedumbre sus apetencias y las alegrías.
Enterró sus escurridizos anhelos en la mina,
también sus últimas y derrocadas sonrisas.
La inopia es su cofrade insobornable y confidente,
hoy fantasea con la irisación de sus cenizas.
Minero viejo, lleno de arrugas catalizadoras y desencantos.
Estás pachucho, con melancolías arboladas y retirado.
La tumba vestida de negus exonerado se ve por el ventanal.
Tu heredero consanguíneo, con aplomo, te ha reemplazado.
54) DESIDERÁTUM
La justicia social es una finalidad inmortal,
un barco a la deriva por el momento,
una espina siniestra en la costilla de la discordia,
un onirismo apremiante, un hito del Clemente.
La sangre obrera engalana la romana enchuecada
y la hostilidad deficitaria nos implora rezongar.
El tanque pío del Hijo de David encabezará la buena lid.
ANTOLOGÍA DE POEMARIOS
De la antología “Las sotanas de Satán”
JAIME FARIÑA MORALES
ARICA-CHILE
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